Ubicación: el hotel estaba en las proximidades de Buenos restaurantes, de la tienda y del hermoso jardín. Pasamos 2 noches en este hotel del barrio Boudhha.

Las habitaciones son sorprendentemente nuevas y cuentan con baño, ducha y mobiliario nuevos. El personal es muy amable. - Disfruté mucho de la atmósfera tranquila del hotel. - La ubicación en un barrio tranquilo es muy bonita. - El hotel está cerca de un jardín y de buenos restaurantes.

La habitación en el Sabila Boutique Hotel fue increíble. Tenía todo lo que necesitaba: servicio de habitaciones las 24 horas, una cama súper cómoda y WiFi gratuito. Además, el baño privado tenía una ducha con cabezal de lluvia y productos de baño gratuitos. ¡Me sentí como en casa!

Aunque todo fue genial, el único inconveniente que encontré fue el hervidor de agua en la habitación. Personalmente, no soy fanático del té o el café, por lo que no lo utilicé.

¡Una habitación sorprendentemente nueva y lo suficientemente espaciosa, una estancia perfecta!

Las habitaciones con una ducha increíble. Diseño moderno. Una atención al cliente muy buena.

El hotel tiene una ubicación privilegiada, a solo 5 minutos a pie de una famosa Stupa. Las habitaciones son grandes y están bellamente decoradas. Las camas son muy cómodas y los baños están en buenas condiciones. También se destaca el delicioso desayuno que ofrecen, con múltiples opciones para elegir. Además, tienen una terraza encantadora donde se puede disfrutar de una comida o una bebida en cualquier momento del día.

Tuvimos la mala suerte de tener vecinos ruidosos que perturbaron nuestro descanso durante la noche. Hubiera sido deseable que el personal hubiera vigilado de cerca este tema para evitar molestias a los demás huéspedes.

Me encantó mi estancia en un pequeño hotel con encanto a solo cinco minutos a pie de la Stupa Boudhanath. Las habitaciones eran amplias y estaban muy bien decoradas, con una cama súper cómoda y un baño muy bueno. El desayuno era delicioso y había varias opciones para elegir. tenían una terraza muy agradable donde podías desayunar o tomar algo en cualquier momento del día. La ubicación era perfecta, con muchos restaurantes, cafeterías y tiendas alrededor de la Stupa, así como los principales monasterios que se pueden visitar a pie. Por las tardes, cuando se iban los turistas, era muy tranquilo pasear por la zona. Pero lo mejor de todo fue descubrir que el personal del hotel eran chicos que habían salido de un orfanato y que les habían dado la oportunidad de trabajar tras recibir formación. Una iniciativa genial. Además, tuvimos la suerte de conocer a los propietarios, que eran una pareja muy simpática. Me olvidaba, también tenían un perro llamado Pepe que era el rey del hotel. Sin duda, lo recomendaría al 100% y volveré en mi próxima visita a Kathmandu.

La única pega de mi estancia fue que tuve un grupo de turistas chinos ruidosos al lado durante la madrugada. Creo que la recepción debería haber vigilado esto para no molestar al resto de los huéspedes.

Este lugar es estupendo y lindo por su ubicación muy cómoda y las vistas a la calle. Tiene camas enormes y una zona de estar, un hervidor eléctrico y una llave electrónica en la habitación. El personal es increíblemente atento, los propietarios también. El servicio del hotel es excepcional. Cada vez que nos pasamos por Katmandú, nos gusta dormir aquí.

Pasamos un rato perfecto en este hotel boutique fabuloso de Katmandú. Teníamos una habitación sorprendentemente nueva con una cama bastante buena y una zona de estar, un sofa cama y un hervidor eléctrico. Nos ha gustado mucho todo, teníamos vistas a la calle desde nuestra ventana. Una comida fresca y un personal asombrosamente atento y servicial. La ubicación era cómoda, el Estupa de Boudhanath está a dos pasos. El hotel es el lugar perfecto para disfrutar de esa zona concurrida.

La habitación era moderna y lo suficientemente espaciosa, con una bonita decoración. Estaba en un edificio bonito con una ubicación tranquila y cómoda, en un barrio tranquilo. - Y lo suficientemente cerca de la zona del jardín, de un taxi, de buenos restaurantes.

Habitaciones grandes y decoradas con gusto, desayuno rico y variado, terraza agradable, ubicación ideal cerca de la Stupa Boudhanath, personal amable y comprometido con una causa admirable. Propietarios simpáticos y perro adorable.

No hay nada que no me haya gustado.

Este hotel, situado a pocos minutos a pie de la impresionante Stupa Boudhanath, fue una elección encantadora para nuestra estancia en esta ciudad. Las habitaciones eran espaciosas y estaban decoradas con mucho gusto, lo que las hacía realmente acogedoras. La cama era muy cómoda y el baño estaba en perfectas condiciones. Además, nos sorprendió gratamente la variedad y la deliciosa calidad del desayuno que ofrecían. aprovechamos la terraza habilitada, donde disfrutamos de momentos relajantes a cualquier hora del día. Y una característica muy especial de este hotel es su personal, compuesto por personas que provienen de un orfanato y que ahora han encontrado una salida profesional. ¡Realmente una iniciativa maravillosa!

No encontramos ningún aspecto que pudiera ser mejorado en esta experiencia! Todo estaba perfecto.

El hotel está muy bien ubicado cerca de la Stupa Boudhanath. Las habitaciones son grandes y bien decoradas.El desayuno es delicioso y variado.El personal es amable y servicial.La terraza es un lugar encantador para relajarse.

No hay nada malo que decir.

Este hotelito encantador y con mucho estilo es una auténtica joya escondida. Las habitaciones son enormes y de una decoración increíblemente bonita, la cama es mega cómoda y el baño está de lujo. ¡Y qué decir del desayuno! Es una auténtica maravilla, con mil opciones para escoger. Además, tienen una terraza súper chula donde puedes disfrutar de tu desayuno o tomar algo a cualquier hora del día. La ubicación es top, ya que tienes a mano todos los restaurantes, cafeterías y tiendas de la zona, así como los monasterios que vale la pena visitar. Por la tarde, cuando se van todos los turistas, puedes disfrutar de un paseo muy tranquilo. Pero lo mejor de todo es el personal, una tropa de chicos salidos de un orfanato a los que se ha dado la oportunidad de formarse y tener una salida profesional. Es una iniciativa alucinante. Tuvimos la suerte de conocer a los propietarios y son una pareja súper simpática. ¡Ah! Y tienen un perro, Pepe, que es el jefe absoluto del hotel. No puedo recomendar este lugar lo suficiente, ¡volveremos seguro!